Los ‘Mitos de Cthulhu’ constituyen toda una mitología, con todo lo que ello implica: sus dioses, sus símbolos, criaturas, historias sagradas... En palabras del propio Lovecraft, sus relatos "se basan en la idea central de que antaño nuestro mundo fue poblado por otras razas que, por practicar la magia negra, perdieron sus conquistas y fueron expulsados, pero viven aún en el Exterior, dispuestas en todo momento a volver a apoderarse de la Tierra". Los Mitos nos presentan dos facciones de dioses anteriores a la especie humana, de gran poder, que esperan volver a dominar nuestro mundo. Se ha comparado alguna vez a estos dioses con las fuerzas del Bien y el Mal, pero esto no es del todo correcto, pues la actitud de estos seres hacia la humanidad en los relatos de Lovecraft es siempre de indiferencia. Los 'Mitos de Cthulhu' son terroríficos, pero no se quedan ahí: son sobre todo sublimes, bellos.
Lovecraft es el autor de los saberes prohibidos y de los libros malditos; su lenguaje, barroco y obsesivo, es una sugerencia de la fascinación y el terror, una verdadera recreación de lo sublime y no de lo monstruoso y vomitivo (base de la mayoría de obras de género de terror). Porque, pese a que en muchas partes de sus libros se trasmite cierto horror cósmico, lo que hace la narrativa de Lovecraft es arrastrarnos a un nuevo mundo sumergido por lo fantástico y terrorífico con sus personajes, criaturas, historias antiguas, libros sagrados…
Por eso recomiendo a cualquier persona a la que le guste leer, cualquiera de sus libros pertenecientes a los ‘Mitos de Cthulhu’ (en especial ‘La Llamada de Chtulhu’ y el ‘Ser en el Umbral’ que son las que yo he leído), para que disfruten con el espanto retorcido y sobrenatural de la cosmología ‘lovecraftiana’ que nos hace insignificantes frente al Universo…
“Que no está muerto lo que puede yacer eternamente, y con los eones por venir aun la muerte puede morir” H.P. LOVECRAFT